Queremos agradecerle a Marina León, por aportarnos información sobre el Parto respetado, y por explicarnos todo. Es admirable su trabajo y su compromiso con el tema. Nos hablo de la importancia de la difusión de la información, es por eso, que también queremos difundir las palabras que armamos, a partir de los datos que ella nos dio, para apoyar el proyecto de resolución del Partido Organizado Juvenil, es importante que se siga concientizando sobre los derechos establecidos en la Ley 25.929/04:
Que tanto en
el ámbito público como en el privado, se
concientice sobre los derechos de una mujer en relación con el embarazo, el
trabajo de parto, el parto y el postparto, de la persona recién nacida y de los
padres de una persona recién nacida en situación de riesgo; es muy importante. Por el simple hecho de que estar informado de nuestros derechos,
también es un derecho.
El parto
respetado será posible cuando todas las mujeres
puedan elegir si desean ser madres y
cuando serlo. Todavía se niega el acceso a la información
sobre métodos anticonceptivos a las adolescentes,
y se obstaculiza su permanencia dentro del sistema educativo cuando quedan
embarazadas.
Estuvimos dialogando con Marina León,
ella es DOULA, una docente de embarazo y nacimiento eufónico.
Las dulas son mujeres que han tenido hijos, que acompañan a otras
mujeres en su embarazo, trabajo de parto, parto y puerperio. Se enfocan en el
aspecto corporal y emocional, el bienestar y las necesidades de esa mujer. Nos brindó algunos datos que es importante
resaltar, de la encuesta perinatal 2008.
Encuesta perinatal 2008
En la argentina de producen 700.000
nacimientos anuales.
·
99% son institucionales
·
66% se atiende en el sector publico
·
51.3% de los embarazos no fue planificado
·
43.2% no accedió a los métodos
anticonceptivos
·
21.6% de las embarazadas son adolescentes
(menos de 20 años)y un 0.9% menores de
15 año
·
1.7% ocurre en mujeres de 40 años o mas
Finalización del embarazo
Publico
·
26.5% de los nacimientos son por cesárea.
·
Luego de una cesárea, el 70% de las
madres tienen parto natural
Privado
·
Entre un 60% y un 80% de los nacimientos son
por cesárea
·
El 90% de los nacimientos después de una
cesárea, son por cesárea programada.
Acompañamiento durante el trabajo de
parto y parto
Publico
·
17% de las mujeres están acompañadas durante
el trabajo de parto
·
Se reduce a un 10,8% que están acompañadas
durante el parto
·
67,1% de las madres manifiesta que le
gustaría haber estado acompañada
Privado
La
compañía es un beneficio otorgado por los doctores o la institución, se cobra
la estadía.
Consentimiento informado
En
el sector público las mujeres son objeto de prácticas invasivas, solo con fines
docentes, sin dar su consentimiento. No hay acceso a la analgesia peridural. Y
en el sector privado las mujeres son sometidas a la internación precoz, las cesáreas e inmovilización.
Internación conjunta
En
caso del que bebe tenga alguna complicación y deba permanecer más tiempo
internado que la mama, en el sector público a ella se le brinda cama y comida,
mientras que en el sector privado se la obliga a irse y dejar a su bebe, tienen
que adoptar horarios fijos para ver y amamantar a sus bebes.
Aunque la ley Nº 25.929 se halla sancionado en 2004,
se sigue ejerciendo la violencia
obstétrica y reproductiva en la mayoría de las instituciones públicas y
privadas de nuestro país; cuando la ley garantiza el acceso a una atención
libre de discriminación y violencia hacia las mujeres y sus hijos recién
nacidos. Este despojo del ejercicio
genuino de autonomía sobre su persona
está en estrecha relación con la falta
de información adecuada, con la perturbación que se ejerce sobre un proceso
de la esfera sexual y con la falta de
empoderamiento.
La violencia
obstétrica no es más que la traducción
de la violencia de género llevada al área de la asistencia de la salud de la mujer o niña embarazada que quedan subordinadas a los lineamientos
patriarcales del poder medico hegemónico que no discriminan en su ejercicio si
proviene de un hombre o una mujer.
Las mujeres de nivel medio-alto estarán más
expuestas a una cesárea y a ser expulsadas de las lujosas habitaciones del
Sanatorio si sus hijos recién nacidos requieren internación neonatal. Las mujeres
de menor nivel socio-económico, están expuestas a mayor dolor y malos
tratos que están basándose en un sistema jerárquico que no solo subordina en base al género sino también en base a la
clase social.
Las mujeres en trabajo de parto se transforman
en rehenes cuando no se las deja decidir sobre su propio cuerpo, cuando se
las mantiene silenciadas y con la mordaza de ``buen comportamiento´´ que se
espera de ellas, o de ``la padre perfecta y sacrificada´´ que se espera que
sean. Manteniéndolas sujetas a camillas,
goteos, monitores, suturas, se las
sujeta también simbólicamente al sistema dominante que las mantiene como rehén
en otros ordenes de la vida.
La tarea de
las mujeres, desde su esfera más íntima hasta los grandes movimientos sociales,
reclamando equidad de género, forman parte del
cotidiano hacer todas y cada una.
Nuestra militancia en todos los ámbitos debe incluir el reclamo por poner fin a la violencia obstétrica, que se agrava día
a día en nuestra sociedad.
Para detener la violencia obstétrica
hace falta:
·
Callar voces que: descalifican, juzgan, creen
saberlo todo, se alzan para no escuchar, están apuradas, que denigran la sexualidad
y el goce de las mujeres, que pretenden
ordenar el proceso fisiológico del nacimiento, que hablan de cualquier cosa
para no estar de lleno en la escena del parto, que se burlan, que infantilizan,
que retan, que insultan, que no informan, que humillan.
·
Que
se dejen oír: Los gritos, los
gemidos, las exclamaciones, los quejidos, los suspiros, los soplidos, el
llanto, la risa, el dolor, el goce y todas las expresiones de una mujer
pariendo.
·
Facilitar: El contacto, el reencuentro, el
abrazo, con el bebe, con la familia y
los afectos.
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